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Mujeres se certifican en oficios de la construcción: “Para estar aquí tuvimos que derribar muchos muros”

17 de mayo de 2022

En un proceso impulsado por Sence, ChileValora y la empresa Acciona 18 trabajadoras obtuvieron el reconocimiento de su experiencia y habilidades en oficios como Capataz, Concretero y Gásfiter, entre otros.

Desde hace poco más de un año, un grupo compuesto exclusivamente por mujeres trabaja en la construcción de la sala cuna del futuro hospital de Marga Marga, tras un proceso ejecutado por el Centro Simoc, 18 de ellas obtuvieron la certificación de sus competencias laborales en distintos oficios de la obra como capataz, carpintera de obra gruesa, gásfiter, enfierradora y concretera.

El proceso fue impulsado por Sence, ChileValora y la empresa Acciona, con el objetivo de avanzar en la equidad de género dentro del rubro de la construcción, que actualmente cuenta con sólo el 20% de participación de mujeres en las distintas obras a lo largo del país.

La encargada regional de ChileValora, Pamela Blanco, destacó la certificación de las trabajadoras “porque es una garantía de los conocimientos y habilidades que han adquirido durante la construcción de esta obra. Es también una herramienta que busca potenciar su empleabilidad sobre todo en un sector que se ha caracterizado por presencia mayoritariamente masculina y que, de esta manera, se avance sustancialmente en la equidad de género en el empleo en este rubro”.

Por su parte, el director regional del SENCE, Alejandro Villarroel, felicitó a quienes decidieron “asumir el camino de la certificación de competencias en ámbitos que tradicionalmente aparecen masculinizados en su acceso, demostrándose con este proceso el aporte femenino en un mercado laboral que requiere profesionalización”.

“Al principio fue difícil y para estar aquí tuvimos que derribar muchos muros. La certificación es un sueño hecho realidad, la demostración de que como mujeres podemos lograr todo lo que nos planteemos y ahora no hay ninguna brecha y nuestros compañeros nos ven como un par” señala Claudia Montenegro, certificada como capataz.

Cuenta que antes de ingresar a la construcción de la sala cuna era dueña de casa e hizo un curso de carpintería cuyo aviso vio por Facebook. “Lo tomé pensando en ver los detalles que tienes en la casa, puertas y esas cosas. Hice el curso, pasé y me gustó mucho. Un día me llaman de Sence diciéndome que Acciona me andaba buscando para ofrecerme trabajo en la construcción. Salió la oportunidad y la tomé a ojos cerrados”.

Gisella Arellano es secretaria de profesión, pero durante muchos años fue dueña de casa porque estuvo a cargo del cuidado de sus hijos. “Siempre ayudé a mi papá a pintar y cosas así, hasta que tomé un curso de capacitación y me gustó mucho el rubro”. Señala que cuando la llamaron para trabajar en este proyecto no lo dudó, aunque afirma que “fue muy difícil, porque uno se imagina cómo es la construcción, pero todo lo que conlleva este trabajo no. Al principio nos dolía el cuerpo, pasábamos en el piso porque no sabíamos caminar en una obra, pero luego te vas dando cuenta que involucra muchos temas de matemáticas, un poco de geometría y ahí es cuando te sirve lo que has aprendido a lo largo de la vida”.

Arellano comenzó directamente trabajando con el hormigón y obtuvo su certificación como concretera, destacando que “es una gran oportunidad, un premio al esfuerzo, a la constancia, al haberlo puesto todo física y anímicamente por hacer un trabajo bien. Además, nos abre un campo laboral importante, porque nosotras tenemos poco tiempo en esto y estamos en desventaja frente a un trabajador que lleva 20 años en construcción o a alguien que lleva poco, pero es hombre, porque es un rubro muy masculinizado”.

Ambas quieren seguir en el rubro y “ojalá aplicar lo que aprendimos en la construcción de resto del hospital. Lo que hicimos en un espacio reducido, hacerlo en uno más grande; y a futuro con esta certificación, poder hacerlo en otras construcciones” indica Arellano.

Montenegro, por su parte, está estudiando construcción civil y afirma que quiere “seguir motivando a más mujeres para que se arriesguen y digan que sí quieren estar en el rubro, porque cada vez somos más. No hay ninguna barrera real que impida que las mujeres estemos en construcción”.

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